miércoles, 12 de diciembre de 2007

Un saco de esperanza.

El año llega a su fín y 2008 se prepara para dar el pistoletazo de salida. No obstante conviene que todos hagamos un paréntesis y nos pongamos a recordar.

El fín de la tregua de E.T.A, atentado en Barajas, asesinato a dos guardias civiles en Francia...sin duda el terrorismo ha sido el triste protagonista del año. ¿ Y de 2006? Posiblemente también. ¿Lo será en 2008? Mantengamos viva la llama de la esperanza. Pero, ¿qué diría 2007 si le preguntáramos por lo que ha visto? ¿Qué nos contaría?

Sin lugar a duda nos diría que éste ha sido un año en el que una vez más los ricos son más ricos y los pobres son más pobres. Un año en el que la mujer sigue siendo maltratada y asesinada; en el que la globalización aumenta cada vez más, y con ella, el racismo y la xenofobia. El cambio climático camina cada vez más deprisa y nadie hace nada para frenarlo.

Las hipotecas se disparan, la inflación sube a pasos agigantados...Sin lugar a duda no ha sido un año fácil para los jóvenes. Muchos, ante tan desoladoras perspectivas de futuro e independencia, acaban en la droga. Y es que éste ha sido un año en el que nuevamente van adelantandose cada vez más al curso de la vida. Cada vez se empieza antes y no sabemos cuándo se acaba.

Triste y cansado 2007 nos abandona. "¿Así nos dejas?" "¿Nó ha habido nada bueno"? "¿No hay lugar a la esperanza?". No hay respuesta alguna, 2007 se va alejando poco a poco. En el horizonte ya se puede ver 2008. Un 2008 feliz y confiado, cargado con un enorme saco repleto de cosas buenas y generosas. Brindemos todos con champan por la llegada de este nuevo año y cuidemonos todos de no romper el saco.

martes, 27 de noviembre de 2007

Un día cualquiera

9 de la mañana; suena el despertador. Te desesperas. Te preguntas ¿otra vez? ¿otro dia más? Dejas que seiga sonando una y otra vez...


10 de la mañana; "habrá que levantarse". Desayunas, caminas desanimado por el pasillo de tu casa, te preparas y sales a la calle a empezar otro día más, otra rutina más. Quieres coger el tren, pero no llegas, no te da tiempo. Tu cuerpo te pesa. ¿Corres? A duras penas lo alcanzas.


Las 12; Llegas a la uni, te lamentas, empiezas a hacer la cuenta atrás. Te preguntas ¿Por qué aquí? ¿Por qué esta carrera? Y haciendo una proyección al futuro te preguntas ¿qué me espera?. Vas a clase, alguien habla pero tu mente no se entera


La 1; Hora de la comida, por fín parece que la vida se aproxima. Pero dura poco tiempo, habrá que ir a la sala de estudios y después... después otra vez a clase. Alguien habla, pero tu mente no se entera.


Por fín llegan las 8. Coges el tren. Coges el tren y ves mucha gente. Personas alegres, que se sienten pletóricas por haber finalizado, una vez más, otro día más, otra jornada laboral. Podrán llegar a casa y contar al mundo que se sienten bien consigo mismas, autorrealizadas.


¿Pero tú? Tú no te sientes autorrealizado. Llegas de nuevo al hogar. Tu novia va a buscarte. Está contenta, se siente bien. Ella ve tu cara y te pregunta ¿Qué te pasa? Le dices que no te pasa nada. Algo pasa, ella se da cuenta, pero no entiende nada.


Llegas a casa. La hora de la cena. La familia reunida. Todos hablan, alguien se ríe, pero tu mente no se entera. Después de cenar vas a la cama y pones la tele. No quieres dormir porque sabes lo que viene. Viene otro día más, otra rutina más. Pero siempre te queda la esperanza de que mañana algo pueda cambiar.